Babilonia en los tiempos actuales
Babilonia está más presente que nunca, gobernando a través de la desinformación y la confusión. En este caos, generaciones enteras se alejan de lo Divino, rindiendo devoción a personajes vacíos que surgen en internet. La sociedad es arrastrada a un frenesí y polarización que alimenta los intereses de los gobiernos.
Hoy en día, Babilonia ya no necesita la esclavitud racial; ha instaurado la esclavitud mental. Así, domina a más personas, explota más riquezas y les otorga una falsa sensación de libertad. El acelerado ritmo de vida y la tecnología nos desconectan de la armonía y el equilibrio natural con los que fuimos creados.
La prueba diaria de Rastafari
Babilonia nos rodea con tentaciones visuales, auditivas y sensoriales que nos sumergen en un mundo de excesos y fantasías. En medio de esto, ¿Cómo podemos mantener la pureza de corazón?
Rastafari no está exento de esta contaminación. Nuestras almas son puestas a prueba constantemente, como lo advierte la Escritura: «Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil» (Mateo 26:41).
En tiempos pasados, los Elders de nuestra comunidad luchaban contra la discriminación racial y religiosa. Hoy, nuestra lucha sigue, pero se suma el reto de proteger el mensaje de Rastafari, para que no se desvirtúe frente a las nuevas generaciones de Leones jóvenes, quienes están expuestos a una inmensa presión social y desinformación.
Digitalización y globalización: ¿Un arma de doble filo?
La digitalización y la globalización son un caldo de cultivo perfecto para adoctrinar, alejando a las personas de lo Divino, lo natural y los valores que Jah nos ha dado para construir sociedades prósperas. Ante estos cambios, Rastafari debe ser una roca sólida, firme en sus principios, que se encuentran en los Textos Sagrados y las enseñanzas de Su Majestad Imperial Haile Selassie I.
Esto no implica que Rastafari deba resistirse a los avances del mundo. Al contrario, como nos enseña Su Majestad, Progreso, sí, pero con equilibrio espiritual. Si Marcus Garvey viviera hoy, seguramente su periódico sería digital. Hoy tenemos más herramientas para difundir nuestro mensaje a una mayor audiencia, y esto debemos aprovecharlo sin perder nuestro centro espiritual.
Progreso con conciencia

El progreso y la evolución son esenciales para el ser humano. Estas nos permiten fortalecer nuestras sociedades, compartir conocimiento y crear futuros prósperos. Sin embargo, la realidad es que estos avances han sido manipulados para dividir a los hermanos, beneficiando solo a unos pocos.
En un mundo cada vez más multicultural, Rastafari nos enseña a respetar y tolerar la diversidad, pero también nos recuerda que no debemos adoptar valores que atenten contra nuestro credo. El Código de Conducta Rastafari es claro: “Las leyes de la sociedad deben ser obedecidas, excepto cuando interfieran en las creencias fundamentales de YOyYO”.
En estos tiempos de confusión, debemos ser ejemplos de rectitud y moral.
Rastafari y el despertar espiritual
Rastafari no debe ser solo parte de la sociedad moderna, sino que debe ocupar un lugar central, aportando el misticismo que muchos han perdido. Estamos aquí para mantener viva la espiritualidad y lo Divino en medio de la contaminación terrenal que enfrentamos cada día.
Nuestra misión es clara: mantener el fuego sagrado encendido y utilizar las herramientas a nuestro alcance para difundir el mensaje, sembrando la semilla que despierte conciencias. Rastafari es un llamado a la reconexión con lo espiritual, incluso en estos tiempos de modernidad.
Un llamado a la acción
La revolución que propone Rastafari en la era moderna no es física, sino espiritual. Es una revolución de la mente y el espíritu, que nos libera de las cadenas invisibles de Babilonia. Mantener el equilibrio entre el progreso material y la evolución espiritual es el reto que debemos asumir, guiados por las enseñanzas de Su Majestad Imperial.
En un mundo acelerado y confuso, Rastafari es esa luz que nos muestra el camino hacia la verdad, la justicia y la paz interior. El despertar comienza desde dentro. Es nuestro deber mantenernos firmes y ser el ejemplo de una vida que honra a lo Divino.











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